Un viaje de ensueño para cualquier gemólogo al corazón de un pueblo que se dedica en su totalidad a esta hermosa profesión.
Las aventuras y desventuras de los socios de AETA comentado por dos socios, participantes en el viaje.
VIAJE A IDAR-OBERSTEIN (por Enrique Orozco Gemólogo y Tasador, Vocal de Comunicación).
Parecía un sueño cuando se proyectó este viaje hace ya un año. Aprovechando el puente del Pilar docena y media de socios de AETA pasamos unos días de fábula en la bella ciudad alemana. Contamos con los buenos consejos de Adolfo de Basilio, con una apretada programación de actividades gestionada por Erika y con la impagable ayuda de Mónica Bergel, que ofició de traductora y guía infatigable. Realizamos visitas al Instituto Gemológico Alemán, a la Schhochschule, al Museo Edelstein y al Museo Idar-Oberstein.
Fuimos recibidos por profesionales de la categoría de los diamantistas Dieter Hahn y el mayorista de piedra de color en bruto Julius Pestch que con amabilidad y gran sentido del humor nos enseñaron sus instalaciones y piedras y lotes de calidades mareantes. En Ruppenthal y Wild & Petch relizamos algunas compras. Dimos unas cuantas vueltas a la rotonda de la Bolsa del Diamante y nos reímos muchísimo. Regresamos contentos, con más peso en las maletas, menos en la cartera y un montón de anecdotas para recordar.
IDAR-OBERSTEIN ¡NO PUDO SER MEJOR! (por Antonio R. Nolasco).
Siempre se escucha decir que los viajes profesionales son aburridos, que se hacen pesados y duramente soportables. Yo puedo decir que dudo mucho que un gemólogo se aburra al viajar y mucho menos si este va acompañado de una tropa de exaltados gemólogos ávidos de ampliar conocimientos, y con más energía que una central nuclear! Así que de aburridos nada. Contamos con la suerte de que el bueno de Adolfo de Basilio con mas contactos que el Papa de Roma nos aconsejara donde y a quien visitar, ¡y todo hay que decirlo! si a las personas se las valora por sus amigos este hombre tiene muchos y muy buenos, ya que nos recibieron e instruyeron al nivel de Harry Winston y hasta con ¡música y todo! Eso sí, la que producen los diamantes... todo una experiencia.
Si viajar nos gusta a casi todos, imaginaros si el viaje se centra en ver gemas, minerales, piedrecillas, rarezas, equipos, lupas, minas, museos, centros de talla, shops gems.., y a un sin fin de profesionales del sector de este país maravilloso que es Alemania, que aunque es considerado frío nos recibió con calidez climatológica y sobre todo humana. Estaba claro! Invitados o no invitados el grupo, cual columna de hormigas devoradoras de conocimiento nos colábamos en cualquier local, establecimiento, o “restaurante” que se cruzase en nuestro camino, solo bastaba con que este tuviese cualquier alegoría a la gema en su fachada, ¡menudo grupo!...
Por una parte, mi compañero de cuarto, Javier que dentro de ser persona prudente y silenciosa, además de ser lapidario de piedras lo es de sonrisas, ya que junto a el pude compartir quilates de carcajadas. De Enrique Marcos y de su adorable Mercedes os contaré que no hay quien les pare, desde luego que andando, subiendo, bajando, en una mina o en un museo ya puedes estar listo si piensas que se van a cansar si hay gemas de por medio, olvídate, acabarás en el suelo suplicando un descanso cuando ellos dirán... ¡venga que nos quedan solo 15 salas en tres pisos más arriba! Mis incondicionales tres compañeras del GPS motorizado, solo puedo decir que son maravillosas, Rosa, con esa sonrisa y su buen humor no paraba un momento sin controlar con un ojo el collar de rubíes de Ruppental, y con otro ojo la turmalina paraiba que yo estaba a punto de comprar en Wild & Petsch! En cuestión de piedras no se le escapaba una! Chefi, con esa mirada inquieta de gemóloga novel era una explosión constante de alegría a cada paso que dábamos, informándose de todo y en todas partes, en el Instituto Gemológico Alemán o en el Edelsteinmuseum no podía parar de decir a cada momento... ¡a verrr...!
De Maria Dolores se puede decir que es una excelente copiloto, buena compañera y con un carácter adorable ¡es que no se enfada nunca! Enrique Orozco es purito conocimiento ya que cada conversación con el se podía transcribir en una clase de teoría practica ¡Todo un lujo! Le acompañaba su esposa que opino tiene casi más entusiasmo por las piedras que él. ¡Sin duda una buena pareja! Ana Maria y Juan Manuel son entrañablemente divertidos, solo había que verles convencerse el uno al otro para comprarse una maravillosa geoda de 1 metro de altura, o para llevarse la piedra más preciosa, y si esta tenia “efecto” mejor.
Una mención especial a nuestra compañera y traductora en este viaje, Mónica de Gemior, que con gran alarde de paciencia y con buen humor tradujo desde los indicativos de salida hasta el menú de media noche. ¡Y por cierto que menús!!Deliciosos! El que sin duda fue el más entrañable es David por su conversación, sus vivencias, sus experiencias y una maravillosa disertación económico gemológica de sobremesa tras una excelente cena (¡por favor que nadie se piense que estábamos todo el día comiendo, es solo que nos gusta vivir bien!).
Erika aunque se incorporó tarde al grupo, supo aportar su granito de arena y un pequeño cable a la traducción en el Instituto Gemológico Alemán. Con Rosa Moreno era como tener al lado a toda la Universidad de Valencia (¡al Dpto Gemológico claro!) Fue lo mejor subir caminando en su compañía después de ver las minas de ágata y compartiendo impresiones profesionales de las que puedo decir con orgullo que este grupo se ha convertido en el pionero de una futura Asociación de Gemólogos. ¡No se nos puede dejar solos! Mª Carmen y Adelaida, dos amigas que tampoco paraban un momento eran como abejas revoloteando junto a las flores ya que piedra que veían, piedra que querían comprar, de hecho me pareció verlas con una gran bandeja cargadas de collares y gemas multicolor. ¡Es que esto de las piedras es un vicio!.
Dejo para el final el hablar de mi querida Christine que desde luego me demuestra día a día que es un todo terreno, organizativa, gemóloga entusiasta se apunta a un bombardeo, y es que hay que reconocer que esta mujer es única ¡y si no que se lo pregunten al grupo del bus que ella dirigía! Solo quedaría hablar del que suscribe estos párrafos, pero eso se lo reservo a mis compañeros de viaje, solo diré que ahora en el centro de Idar-Oberstein existe una rotonda con el nombre de AURYGEM. Un viaje intensamente corto para un grupo inmensamente apasionado por las gemas. Muchas gracias a todos y os emplazo para un próximo viaje.